“MI CANDIDATURA ES LEGÍTIMA. SALDREMOS POR BUEN CAMINO, DE TODAS LAS CONTROVERSIAS JURÍDICAS”: VICTORIA LABASTIDA AGUIRRE.
CIUDAD DE SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO.- La candidata del PRI al Senado de la República, Victoria Labastida Aguirre, afirmó categórica que su aspiración política viene acompañada de buenos resultados ante la sociedad y declaró que a nivel legislativo impulsará las grandes reformas que este país necesita.
Al sostener su primer acercamiento con los representantes de los medios de comunicación de la Capital ya en calidad de candidata a una Senaduría, Labastida Aguirre, comentó que al iniciar esta nueva etapa llevará a todos los rincones del Estado sus propuestas.
“Definitivamente aspiro a la Senaduría porque creo que con la experiencia que he venido acumulando a lo largo de los años puedo hacer muy buen papel para San Luis Potosí, quiero ser una senadora cercana, que no se pierda en México si no que tenga presencia permanente porque creo que los potosinos merecen eso”.
Destacó más adelante, que hay grandes temas en México a los cuáles habrá que entrarle y que son básicamente la Reforma del Estado “que se ha estancado en los últimos años y ya este país no resiste más estancamiento”.
Explicó que el otro punto pendiente es lo relativo a la Reforma Fiscal; sabemos que hay grandes capitales que no tributan lo que deben y hay muchísimos mexicanos que no están tributando; entonces creo tiene que ser mucho mas justa; porque de ahí se derivará el contar con más recursos a nivel nacional.
Además dijo ser una convencida de impulsar el tema de la redistribución de mejores recursos en el país, porque citó de un peso, 6 centavos llegan a los municipios; esto es ridículo cuando es la primera instancia de gobierno la más cercana a las necesidades de la población y ahí tenemos que hacer algo mucho más equitativo no puede ser que de un peso el 20 por ciento llegue a los estados y el 6% a los municipios evidentemente esto no esta dando resultados.
Tenemos que fortalecer este país desde lo local hacía arriba, estableció la candidata del tricolor.
Tras dejar en claro la necesidad de que el país recupere el liderazgo en el plano internacional, la licenciada Victoria Labastida, afirmó que desde el Senado de la República también habrá que analizar la Reforma Laboral; “estamos compitiendo con el mundo y tenemos que adaptarnos”.
Labastida Aguirre dejó en claro que se estarán dando los pasos jurídicos que sean necesarios respecto a la legitimación de su candidatura, “saldremos por buen camino, ahorita soy candidata del senado he recibido mi registro”.
A veces es necesario entender que las elecciones se ganan en las urnas y no con golpes bajos, son personas que quieren ganar con golpes bajos en lugar de someternos todos al escrutinio de las urnas. La ciudadanía es lo suficiente madura para darse cuenta qué actores están detrás de esto.
El IFE...
Y las cuotas.
Senador Alejandro Zapata Perogordo.
Las disposiciones legales en materia de candidaturas a cargos de elección popular bajo el concepto de equidad de género, pretendiendo dar a cada quien lo que le corresponde, han terminado por presentar un nuevo conflicto que en nada favorece el desarrollo democrático dentro y fuera de los partidos.
En política, la equidad de género no debiera tener razón de ser, pues a un cargo de elección o de representación popular, lo que debería privilegiarse es la aptitud, capacidad y compromiso para ejercer tal cargo.
En ese sentido, resultaría innecesario fijar porcentajes de candidaturas para hombres y mujeres, pues vale insistir, se trata de proponer a los mejores sin importar su género.
Sin embargo, ha sido el propio sistema de partidos el que obligó a legislar para dar a la mujer lo que en derecho se le negaba. Se les utilizaba y manipulaba al antojo de una clase política hecha para los hombres.
Las consecuencias las acabamos de apreciar en los últimos días cuando ante el Instituto Federal Electoral, los partidos políticos presentaron sus listas de candidatos a diputados federales y senadores.
Los Partidos pensaron que el Instituto Federal Electoral simplemente exageraba al exigir el cumplimiento, en el que no puede sobrepasar, cualquier género, más del 60 por ciento.
Comenzaron los estertores cuando el Tribunal Federal Electoral emitió una resolución en esos términos y ahí la cosa era diferente, ya no se trataba de un juego, tenía que acatarse.
El problema se presento por falta de previsión. Los partidos se metieron en un berenjenal y los procesos de selección de sus candidatos los llevaron a cabo sin asegurar el acceso de hombres y mujeres en las condiciones establecidas en la ley.
Emitieron sus convocatorias para que, de conformidad con sus estatutos y reglamentos desarrollaran sus procesos internos para elegir a los candidatos o candidatas que representaran a los partidos, le apostaron a la democracia interna, sin embargo fue insuficiente.
El error fue de cálculo, en la práctica los grandes partidos estaban convencidos que la competencia interna los vacunaba y se la jugaron de esa manera. También en aquellos casos donde designaron candidatos, atendieron el porcentaje, solo que olvidaron observarlo con integralidad. Es decir, si en los 300 distritos electorales debía darse cuando menos en esa proporción, el criterio para designar tenía que apegarse para cumplir por ambas vías la conformación de la totalidad de los distritos y no únicamente de manera parcial.
Las implicaciones no se hicieron esperar, se les obligó a respetar la proporción mínima. Sin embargo, existen puntos a considerar, desde la perspectiva de la autoridad electoral que coincide con el de las mujeres, sostiene que la norma Jurídica tiene como finalidad asegurar el acceso proporcional de hombres y mujeres al poder legislativo y por lo tanto es imperativo para los Partidos Políticos el cumplimiento de este principio, posición con la que coincido, pues deben explorarse alternativas democráticas para que coexistan en la vida política las aportaciones de hombres y mujeres y en la actualidad la que hemos encontrado con viabilidad, es el establecimiento de cuotas.
Por otra parte, los propios Partidos Políticos hicieron sus procesos en términos de su normatividad, convocatorias que no fueron observadas por el Instituto Federal Electoral, cuyos participantes tienen derechos y además, bajo el principio democrático eligieron candidatos por mayorías.
Lamentablemente a los institutos políticos no les quedo más remedio que atropellar a aquellas personas que fueron electas, mismas que se sujetaron a las reglas impuestas, que se dieron a la tarea de convencer a la militancia e hicieron su precampaña. Pareciera un contrasentido, atribuible a los propios Partidos Políticos, que culmina golpeando el avance democrático.
No dejan de tener responsabilidad las autoridades electorales, pues ante ellas -por disposición legal-, se presentan los métodos para elegir candidatos y estaban en posición de advertir el riesgo de incumplimiento de las cuotas de género, era más que evidente y sin embargo dejaron correr las cosas.
Además, es atendible perfeccionar las formulas que actualmente nos rigen, pues bajo el concepto cerrado de la democracia representativa, puede aplicarse el criterio sostenido para las contiendas constitucionales y que no necesariamente sean las mayorías quienes decidan, sino en aras de una integración de género llegar al extremo de la inclusión por minoría.
En la actualidad este principio es sostenible en órganos colegiados, por el sistema mixto de mayorías relativas y de representación proporcional, lo que ha otorgado mayor salud política a nuestro régimen.
Bienvenida la experiencia, pero hay que insistir, se trata de capacidades y de un acto de justicia.