SEGÚN FUENTES OFICIALES, LAMENTABLEMENTE, LA VÍCTIMA DE LA VIOLENCIA DE AYER, UN JOVEN AL PARECER AGENTE DE VENTAS, QUE ESTUVO EN EL LUGAR Y EL MOMENTO EQUIVOCADO, FALLECIÓ: UN “DAÑO COLATERAL” MÁS, PARA LAS ESTADÍSTICAS DE LA GUERRA CONTRA EL CRIMEN.

• Aún no ha sido identificado por sus familiares.

SAN LUIS POTOSÍ. MÉXICO. VIERNES 12 DE NOVIEMBRE DE 2010.-La policía confirmó que el hombre que murió en el tiroteo de ayer, en la colonia San Luis, resultó ser un civil ajeno a los hechos. Entonces ¿quién diablos lo mató

No ha sido identificado por sus familiares, pero por la documentación encontrada en el interior de su carro, era un agente de ventas que fue alcanzado por el fuego cruzado.

El procurador, ayer, lo señaló como agresor. Ahora hay que ver si las balas que lo alcanzaron fueron disparadas por policías o por los otros. ¿Lo sabremos?

De todos. ¿Cómo Monterrey?

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Si el miércoles fue día de psicosis por rumores sobre hechos delictivos, ayer, los temores de la ciudadanía tuvieron fundamentos bastante sólidos. Sobre todo por el hecho inédito en San Luis de que la delincuencia realizara bloqueos en una vialidad neurálgica para la ciudad. Este hecho, aunado también a otro que por primera vez ocurre en la ciudad, la manifestación de jóvenes embozados exigiendo la salida de fuerzas federales, hicieron imposible evitar pensar en otros escenarios que creíamos mucho más deteriorados que San Luis. En Monterrey primero, y luego en algunas ciudades de Tamaulipas, nacieron estos bloqueos, en donde los responsables, apoderándose por la fuerza de vehículos civiles, interrumpían el tráfico de calles y vialidades importantes. En la capital regia, también, aparecieron los llamados “tapados”, jóvenes que, sin mostrar la cara, protestaban contra las acciones de las fuerzas federales y exigiendo su salida del estado. Poco después de sus surgimiento, las autoridades los vincularon a agrupaciones delictivas. No hay indicios, hasta ahora, de que ambas situaciones ocurridas ayer aquí en la capital estén vinculadas, pero su aparición simultánea genera muchas inquietudes. Igual preocupación producen las contradicciones en que cae el gabinete de seguridad para darle una explicación oficial a los bloqueos y al enfrentamiento armado que dejó una persona muerta.La Procuraduría General de Justicia del Estado señaló primero que fue una acción realizada por presuntos asaltabancos que tenían en la mira a las empresas o bancos que rodean al distribuidor, para facilitar el atraco. Esto implicaría que tal acción debió ser realizada de manera previa al enfrentamiento con policías ministeriales. Sin embargo, en una segunda versión, la dependencia señaló que se registró después del choque, para facilitar la huida del auto en que viajaban los delincuentes. Resulta un desafío a la lógica que sólo cuatro personas lograran interceptar, desalojar y atravesar en el distribuidor nueve autobuses al mismo tiempo.
Está también el tratamiento de la persona fallecida, que primero fue tachado de delincuente para luego pasar a objeto de investigación. Genera dudas el tratamiento que le da la SSP al bloqueo y al tiroteo, en el que se entiende que son dos asuntos distintos que coincidieron, mientras que la Procuraduría liga uno con otro.