Juan Felipe Sánchez Rocha. Jefe de la Policía Municipal.

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ANTONIO GONZÁLEZ VÁZQUEZ. LA JORNADA SAN LUIS.

En entrevista, dijo a La Jornada San Luis que en la madrugada del lunes, en la zona del libramiento poniente cinco elementos de la patrulla 1990 con placas 40339, “nos detuvieron que por faltas a la moral y por insultos a la autoridad siendo que yo nunca les dije nada”.

Al consejero lo acompañaba, Jesús Oliva Pérez, sacerdote de la parroquia de San Nicolás Tolentino. “Nosotros estábamos estacionados a orillas de la carretera, llegan los policías y bajaron a mi compañero con insultos y a golpes”.

CIUDAD DE SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO.- Efectivos de la Dirección de Seguridad Pública del Municipio de San Luis Potosí agredieron a José Raymundo García Muñiz, consejero ciudadano de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, instancia ante la cual presentó queja.

En entrevista, dijo a La Jornada San Luis que en la madrugada del lunes, en la zona del libramiento poniente cinco elementos de la patrulla 1990 con placas 40339, “nos detuvieron que por faltas a la moral y por insultos a la autoridad siendo que yo nunca les dije nada”.

Al consejero lo acompañaba, Jesús Oliva Pérez, sacerdote de la parroquia de San Nicolás Tolentino. “Nosotros estábamos estacionados a orillas de la carretera, llegan los policías y bajaron a mi compañero con insultos y a golpes”.

Me dijeron que yo iba tomado, me quitaron el carro y se lo llevaron con una grúa. Yo les pregunté por qué nos detenían, pero no hicieron caso y a mi compañero también lo golpearon aunque yo les dije que él era sacerdote, que lo respetaran, pero se empezaron a burlar”.

Indicó que los agentes se identificaron como efectivos del Grupo Alfa.

“Me amenazaron con que si me oponía me iba a ir peor” y al saber que mi compañero era sacerdote se empezaron a burlar y lo insultaron, lo golpearon contra la camioneta, lo cachetearon y le pusieron esposas”.

Yo les decía que lo dejaran y nos amenazaron con que nos iban a publicar en la prensa para “que el arzobispo viera”.

Luego “nos remitieron al Charco Verde, nos metieron a las celdas y no nos dejaron salir hasta la mañana, por mi compañero tuve que pagar 300 pesos de multa y por mi liberación 200”.

García Muñiz señaló que “no hicimos nada, ellos en su mente creían que yo los había agredido con palabras altisonantes, pero nunca les dije nada, les pregunté por qué nos detenían y decían que porque estábamos parados en la vía pública”.

Denunció que le impidieron comunicarse por teléfono a la Comisión Estatal de Derechos Humanos o con sus familiares, pues “me dijeron, usted no tiene derecho a comunicarse; yo les dije que era consejero de Derechos Humanos y me respondieron con palabras feas, además ustedes no nos pueden hacer nada porque somos de la policía”.

Incluso, destacó que “se burlaron cuando les dije que iba a poner una queja en Derechos Humanos y me dijeron, nombre, ustedes no nos hacen nada, nosotros tenemos el poder, así lo mencionaron”.

Aseguró que la policía actuó de manera arbitraria y con abuso de autoridad “fue casi un secuestro porque no nos dejaron comunicarnos para pedir apoyo”.

En el Charco Verde “a mí me acusaron de que iba tomado y que por eso me habían detenido, pero yo no iba tomando, ni siquiera hubo chequeo sólo me preguntaron verbalmente”.

Dijo que su compañero sí había tomado, pero él no iba manejando “yo me estaba haciendo cargo de él”. Cuando el sacerdote les dijo que “yo no había tomando, le dijeron, usted se calla porque lo vamos a someter, lo vamos a llevar a la prensa y le vamos a llevar la noticia al arzobispo”.

Demandó que las autoridades municipales intervengan y no permitan tales abusos que se presentan frecuentemente en contra de los ciudadanos. Dio a conocer que además de la queja ante Derechos Humanos, se presentará además una denuncia por abuso de autoridad ante la Procuraduría General de Justicia.