NIEGA EL PODER JUDICIAL, PRESIONES O CONSIGNAS EN EL CASO DEL ASESINATO EN EL INTERIOR DEL COLEGIO SALESIANO. AFIRMA EL PRESIDENTE CARLOS ALEJANDRO ROBLEDO QUE SE ACTUÓ CONFORME A LA LEY.

CIUDAD DE SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO.- El presidente del Poder Judicial del Estado Carlos Alejandro Robledo Zapata dijo que en la sentencia de 33 años dictada por la juez sexto del ramo penal Juana María Castillo al sacerdote José Carlos Contreras, nunca hubo presiones, ni consignas, como lo señaló la defensa del padre Salesiano.

Robledo Zapata señaló que en el caso se actuó conforme a derecho y en esa misma línea la defensa jurídica del sacerdote tiene las posibilidades de continuar en una segunda instancia local en las salas de Supremo Tribunal de Justicia del Estado y posteriormente en el Poder Judicial de la Federación si así lo consideran necesario para dar seguimiento a su inconformidad.

Agregó que por parte del Poder Judicial, estarán atentos al seguimiento que se de a este caso como se hará también a todos los procedimientos que se llevan a cabo por parte de jueces y magistrados de San Luis Potosí, porque señaló que este no es diferente al resto.

ASESINAN DE UN BALAZO EN LA CARA, AL VENDEDOR DE JOYAS, ALEJANDRO ISAAC ROMO FLORES.

CIUDAD DE SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO.- Alejandro Isaac Romo Flores de 35 años, fue asesinado de un balazo en la cara. Era vendedor de joyas.

Su cadáver quedó sobre la avenida Ricardo B. Anaya, donde según los primeros informes, recibió un impacto de arma de fuego.

Los hechos ocurrieron poco después de las 19:30 horas, lo que provocó la movilización de cuerpos policiacos. El cuerpo quedó en el interior de un vehículo Grand Marquis con placas de circulación JDE-1417 del estado de Jalisco.

De acuerdo con las primeras investigaciones, el fallecido, identificado como Alejandro Isaac Romo Flores, de 36 años de edad tenía una joyería de oro y plata a unos metros de la avenida Ricardo B. Anaya, por lo que tras cerrar el negocio, se enfiló rumbo a su vehículo acompañado por un joven de 20 años de edad.

Tras abordar la unidad en la calle Fernando G. Eslava, emprendió su camino y poco antes de llegar a la B. Anaya, dos sujetos armados a bordo de otra unidad intentaron asaltarlos.

Al percatarse de lo anterior, el comerciante intentó ingresar a la avenida e incluso transitó en sentido contrario algunos metros, pero los delincuentes le dispararon y murió casi de manera instantánea a la altura de la calle Estrella. Su acompañante huyó a pie del lugar.