¡DEJAN 2 DECAPITADOS!

• Un hombre y una mujer, fueron decapitados. Sus cabezas fueron halladas a las 8 de la mañana, abajo el puente de la Avenida Valentín Amador. Estaban sobre la carretera a Matehuala. La policía encontró una cartulina con un narco mensaje.

SAN LUIS POTOSÍ. MÉXICO.- Un hombre y una mujer, fueron decapitados.

Sus cabezas fueron halladas esta mañana, abajo el puente de la Avenida Valentín Amador.

Con este descubrimiento ya suman siete ejecuciones violentos en los primeros 4 días de septiembre.

A las 8 de la mañana, la policía estatal localizó los restos humanos. Estaban sobre la carretera a Matehuala.

De inmediato la zona fue acordonada.

La policía encontró por lo menos una cartulina con un narco mensaje.

El operativo policíaco provocó un congestionamiento vial en esa zona.

Se informó que además de los restos humanos se encontró un mensaje presuntamente relacionado con un grupo delictivo.

Las primeras versiones señalan que las cabezas presuntamente son de dos mujeres, sin embargo ya se realizan las investigaciones para determinar su identidad.

A través de redes sociales, la Procuraduría General de Justicia del Estado confirmó el hallazgo de las dos cabezas y atribuyó el hecho a una rivalidad entre grupos delictivos, según el mensaje encontrado en el lugar.

Tan sólo el domingo, se reportaron tres homicidios en Rioverde y dos en la capital potosina.

La localización de los restos humanos se efectuó aproximadamente a las 8:00 horas

La localización de los restos humanos se efectuó aproximadamente a las 8:00 horas, la gente que acudía a dejar a sus hijos a la escuela se vieron sorprendidos pues las cabezas eran visibles desde cualquier punto

Dicha situación provocó congestionamiento vial en esa zona, por lo que autoridades sugirieron tomar vías alternas.

Extraoficialmente se informó que además de los restos humanos se encontró un mensaje presuntamente relacionado con un grupo delictivo. Y se supo que los restos humanos pertenecían a una mujer y un hombre respectivamente

POCO QUEDA DEL FESTÍN TRICOLOR.

ANTONIO GONZÁLEZ VÁZQUEZ I QUEBRADERO.

SAN LUIS POTOSÍ. MÉXICO.- Parece que fue ayer. Marcelo de los Santos fue despedido con abucheos y Fernando Toranzo fue recibido con una ovación. Era el sábado 26 de septiembre, de 2009, el día en que el doctor asumió el cargo de gobernador.

Como pasan los días que ya va para tres años. Al día siguiente la prensa local presentaba encabezados contundentes: Basta de excesos y falsas vanidades, decía El Heraldo.

San Luis, fuerte como nunca, tituló El Sol de San Luis; ¡No más excesos¡ cabeceó La Jornada San Luis. Promete austeridad, reseñó Pulso.

El 21 de septiembre es la fecha del tercer informe del gobernador y a la mitad del sexenio, de la efeméride del 26 de septiembre de 2009, solo queda el recuerdo. El auditorio Miguel Barragán albergaba un clima de fiesta que no de júbilo inconmensurable.

Ese día, en su discurso de toma de posesión, el gobernador Toranzo anuncio que estaba por iniciarse una nueva etapa para San Luis Potosí y que él, el gobernador, la empezaría a escribir desde ese momento. Ahora a tres años de distancia, el optimismo sin límites prácticamente ha desaparecido.

El primer mensaje del mandatario se construyó en la grandilocuente narrativa de la justicia social, del gobierno de y para los pobres y desposeídos. Se acabó el culto a la personalidad, dijo.

Habló entonces de la desigualdad social, de la pobreza en que estaban más de 600 mil potosinos, de la falta de oportunidades a causa de un desarrollo económico desigual y habló del gobierno que recibía así, hundido en una grave crisis financiera debido a la deuda pública.

Esa vez de la seguridad habló poco, pero ofreció restaurar la paz y tranquilidad perdidas y fue prolífico al anunciar que el suyo sería un gobierno austero y alejado de los excesos; será un gobierno para todos, tolerante e incluyente.

De aquel festín tricolor poco queda, salvo que desde aquella ocasión, Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, acaparaban el aplauso a todos.

Ya viene el tercer informe de gobierno, que el gobernador ha bautizado como el informe “ciudadano” de gobierno.

Son tres años que han sometido al gobernador a un profundo desgaste físico y emocional, pues se ha dado cuenta de que no solo se trataba de velar por los pobres, sino también de atender lo que a los gobernadores no les gusta: la seguridad pública.

Llegará al informe con más de mil homicidios ocurridos en su administración y con más de 500 crímenes relacionados con la delincuencia organizada.

Llegará al informe con el ejército y las fuerzas federales patrullando las ciudades más conflictivas de la entidad.

Llegará al informe ante la abierta confrontación entre sicarios de los Zetas y de los Templarios que se están peleando la plaza.

Llegará al informe con miles de policías estatales y municipales que no han sido certificados en programas de evaluación y confianza.

Es decir, llegará al informe en un ambiente totalmente diferente al de aquel día de su toma de posesión. Hay pocas razones para el aplauso y la alegría.

Es sin duda el tema de la seguridad el que más preocupa a los potosinos, pues los eventos más descarnados que resultan de los enfrentamientos entre delincuentes, han lastimado más de una vez a la sociedad.

La política social que es la que ocupa al gobernador es muy importante dados los desequilibrios existentes que motivan que existan muchos pobres y pocos ricos, pero es en el rubro de la seguridad donde el gobernador está más obligado a ir al fondo en sus explicaciones, en sus datos y en los resultados alcanzados.

Ya el secretario general de gobierno, Cándido Ochoa Rojas mostró datos crudos e imágenes grotescas de lo que el crimen organizado viene dejando en el estado.

Fue sencillo, en una presentación en PowerPoint, exhibió números de bajas de sicarios, de militares, de policías federales, estatales y municipales así como de civiles inocentes.

Dio a conocer los decesos por la presunta rivalidad entre bandas del crimen organizado y dijo cuáles y cuántas son esas bandas y dijo cuántos policías han sido detenidos y encarcelados por su complicidad con los delincuentes.

No estaría mal que esa misma presentación sea incluida en el tercer informe de gobierno y que la sociedad se entere de lo que hasta hace poco el gobierno se negaba a aceptar.

Y porque no, entonces, que el gobernador presente esos datos en las pantallas que se colocarán durante la ceremonia del informe para que así, se tome nota de lo que ha venido sucediendo.

Tal vez no lo haga y cuando se hable de seguridad, se presenten imágenes de policías armados y equipados, de otros que están en la academia o que se presuma que se desmantelaron tantas bandas delictivas o que se avanzó notablemente en el abatimiento del rezago en averiguaciones previas.

El 21 de septiembre será importante en la medida en que el informe de cuenta de lo real y no de lo imaginario. De nada servirán frases manidas como aquella de que ni un milímetro atrás en el combate a la delincuencia.

El tercer informe a diferencia de la ceremonia de asunción del gobernador, ya no es motivo de fiesta sino motivo de rendición de cuentas.

Es el momento de enderezar el rumbo, no vaya a ser que en el 2015, se repita aquella escena cuando a Marcelo de los Santos lo despidieron con abucheos.