HORRORIZA AL ARZOBISPO CARLOS CABRERA, LA ESCALADA DE VIOLENCIA.
- Las instituciones se encuentran rebasadas por la violencia que existe en el estado, ya que hay muertes todos los días, sin excepción; “encontramos hasta adolescentes, y niños que están inmiscuidos en el crimen organizado”, lamentó el arzobispo Carlos Cabrero Romero.
SAN LUIS POTOSÍ ● El arzobispo Carlos Cabrero Romero, condenó la sinrazón y sin sentido, de la escalada de violencia que vive San Luis Potosí.
Dice que día tras día, hay informes de enfrentamientos a balazos, ataques a mandos policíacos, atentados a familia, y asesinatos en las calles.
Durante la entrevista dominical en la catedral metropolitana de San Luis Potosí, condenó la violencia al cuestionarle los periodistas, sobre el hecho de que en Rioverde, dos cuerpos de jóvenes de 20 años, fueron depositados con tiros de gracia en la cabeza, en un altar a la Santa Muerte.
Las instituciones se encuentran rebasadas por la violencia que existe en el estado, ya que hay muertes todos los días, sin excepción; “encontramos hasta adolescentes, y niños que están inmiscuidos en el crimen organizado”, lamentó el arzobispo Carlos Cabrero Romero.
“Son tiempos muy difíciles, no hay día en que la muerte no aparezca”, resaltó el presbítero, quien reprobó la muerte de los nueve hombres originarios de Guadalcázar, de quienes dijo fueron víctimas de personas que destruyen la vida no sólo de estas víctimas, sino de las familias.
Por ello, dijo que la autoridad tienen retos grandes, por lo que urgió a crear medidas precautorias para que se defienda la vida y los derechos de las personas.
Manifestó que ya es costumbre ver la muerte “en todos lados”, lo que refleja la carencia de las instituciones al momento de enseñar valores. En este sentido externó que la sociedad debe ver el presente como un momento para actuar con coherencia y el futuro para ayudar a que las futuras generaciones tengan una cultura de vida y esperanza.
Asimismo, refirió que las personas de la periferia de la ciudad son el sector de la población que más necesita de la fe, por los diversos problemas que enfrentan no sólo en el ámbito económico, sino también en la salud y por ende lo social. “Sé que falta mucho, pero por eso tenemos que registrar en la conciencia nuestra fe”, señaló.
Hizo un llamado a cambiar la cultura conductual, se dijo horrorizado por la violencia que priva en la entidad, y precisó que quienes cometen este tipo de crímenes es porque en sus familias no han encontrado amor, respeto, comprensión y consideración, perdón, piedad, auxilio y guía, al grado de que esta indefensión los ha llevado a tomar caminos equivocados.
La situación ha provocado que aparezcan pastores con piel de oveja pero llenos de ponzoña, por esta motivo convocó a la comunidad católica a generar una nueva cultura en su interacción social y a cultivar los valores esenciales de la comprensión, el perdón, la solidaridad, el amor y la fe en Dios, porque dijo, en este mundo de violencia y de materialismo, la Palabra de Dios se ha vuelto relativa, y ha dejado de acompañarnos para discernir y para cambiar nuestro corazón, para alejar al corazón de la piedad, de la misericordia, de la capacidad de perdonar porque hoy estamos afectados por el rencor, por el resentimiento, por la depresión que nos quita las ganas de vivir.
Llamó a los padres de familia a comprometerse más con la construcción de una cultura de amor, de solidaridad y de responsabilidad, por la que echaremos fuera de nuestras vidas la violencia, el rencor, el desánimo y las patologías socio - conductuales que nos dispersan.
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