San Luis en Estado de Coma

Escribe I Alejandro Zapata Perogordo.

El rubro más importante no solo a nivel estatal sino nacional, sigue siendo el de la seguridad pública. El ejecutometro señala que continúan con ligeros cambios los homicidios. Dentro de la estrategia se han realizado cambios en las leyes y diseñado políticas públicas cuyos resultados no han sido los esperados.

Uno de los puntos esenciales consiste en el cierre de filas, dígase gobierno federal, estatal y municipal, con el objetivo de coordinar los esfuerzos y las acciones, cuestión de simple lógica y sentido común. Sin embargo, pese a que la mayoría de los estados tiene administraciones de la misma filiación política del presidente de la república, estas siguen nadando de a muertito. Esta semana nos inauguran en la columna nacional denominada " Bajo Reserva " en el periódico " El Universal ", el comentario de la pasada reunión de los gobernadores y el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, acompañado del General Salvador Cienfuegos, Secretario de la Defensa Nacional, les tuvieron que propinar tremenda regañada por no atender el tema en sus estados.

Uno de los compromisos que habían adoptado, se remitía a reuniones semanales con los encargados de la seguridad y, para la sorpresa de muchos, regularmente los gobernadores no asisten y dejan plantados a los comandantes de las zonas militares, al representante de la Procuraduría General de la Republica, al de la Policía Federal y demás.

Es obvio, que el tema no les interesa, eso lo hemos visto desde hace años aquí mismo en el estado, donde las autoridades eluden inclusive hablar sobre la inseguridad, le pidieron a los medios de comunicación que evitaran en la medida de lo posible, tocar ese rubro y, a pesar de ello, la delincuencia y los delitos no bajan.

Las condiciones de inseguridad, nunca vistas en San Luis Potosí, nos ponen bajo situaciones de psicosis colectiva, con gran temor y en estado permanente de alerta. Ya no confiamos en nadie, ni en las autoridades que esconden la cara y, menos en la policía, pues aparecen cotidianamente en las primeras planas de los medios locales, acusados de robos, de prepotencia e influyentísimo.

El primer paso para acabar con el clima de la inseguridad, consistía en tener policías confiables, a través de la capacitación, con examines de control de confianza y sistemas de selección y reclutamiento adecuados, proveyéndolos de infraestructura y equipamiento, dotándolos además de un proyecto de vida, con profesionalismo, dignidad, certidumbre y estabilidad. Después de varios años y muchos recursos económicos dedicados a ello, aquí en el Estado seguimos sin ningún avance, rezagados y sin visos de caminar.

De manera lamentable debemos decir que no es lo único en lo que vamos atrasados, tampoco se ha adelantado nada para adecuarnos al nuevo sistema penal acusatorio con juicios orales, ni siquiera los diputados locales han querido abordar el tema, cuando en otras entidades ya está en operación y funcionando, aquí se encuentra en el cajón de los olvidos.

La Procuraduría General de Justicia en el Estado, no resuelve nada, así están las cosas en relación con la masacre de la penitenciaria del pasado sábado negro de Abril y muchos asuntos más que han sido sometidos a su consideración: homicidios, secuestros, lesiones, robos y hasta casos de corrupción evidentes. Pero aquí nos han acostumbrado, por cierto, " mala costumbre ", pero, es la moda sexenal, a vivir en la impunidad y la violencia.

Como andarán las cosas, que inclusive el propio Arzobispo don Carlos Cabrero hizo un llamado para desterrar la violencia y la embajada de España emitió una alerta para que sus turistas no vayan a la Huasteca Potosina, por el riesgo que corren.

Si, vivimos en una entidad enferma, y por lo visto no hay medico que nos saque del estado de coma en que nos encontramos.