DIAGNÓSTICO: EL INAMES ES UN FRACASO, Y SUS PROYECTOS, UN DESPERDICIO DE DINERO
EN EL CAPÍTULO DE SERVICIOS PERSONALES, GASTA 2 MILLONES 829 MIL PESOS, EN 9 EMPLEADOS
San Luis Potosí, México.- Los migrantes no sólo reportan beneficios a sus comunidades de origen a través de las remesas que envían a sus familiares, sino que son una parte que detona un programa de inversiones para sus municipios a través del programa federal 3 por 1, que este año tiene asignados para san Luis Potosí 66 millones 69 mil 298 pesos.
Fuera de ese programa, cuyas obras son pactadas con los clubes de migrantes mexicanos en Estados Unidos, la existencia en la estructura gubernamental estatal de un Instituto de Atención a Migrantes (INAMES) para acciones adicionales a las correspondientes al 3X1, presenta resultados incluso decrecientes con relación al 2012.
Si se considera que San Luis Potosí está entre los estados con mayor índice de expulsión, y que se estimó que para este año abandonarían sus lugares de origen más de 12 mil personas, que sólo se apoye a 141 deportados y se dé asesorías a 177, según el reporte de enero a agosto, es un indicador preocupante sobre la atención que se les pone.
Durante ese mismo lapso, se informa del apoyo para el traslado de 72 restos de migrantes fallecidos del otro lado de la frontera norte y para el traslado de seis enfermos, que posiblemente correspondan a la demanda de esos servicios.
En julio se anunció que a través del Fondo de Apoyo a Migrantes, de origen federal, se promoverían 144 proyectos con un total de un millón 800 mil pesos. No obstante, en el reporte “Ejecución de los programas de Trabajo”, al mes de agosto sólo se tenían reportados ocho proyectos.
De por sí, el número de proyectos programados para este año representaba una ligera disminución con relación a los apoyados durante 2012, cuando se echaron a andar 151, 92 para grupos de mujeres y 59 para hombres.
Que el techo financiero para apoyar proyectos de migrantes ascienda a un millón 800 mil pesos para todo el año contrasta con lo que se reporta en el Informe Financiero del tercer trimestre el gobierno estatal como gasto en servicios personales del Instituto de Atención a Migrantes, por un millón 747 mil pesos.
El caso podría caer incluso en lo ofensivo si se considera que lo presupuestado para este 2013 en el capítulo de servicios personales asciende a 2 millones 829 mil pesos, cuando el INAMES, según reporta en su página de transparencia, cuenta con apenas nueve empleados.
Dicho de otra forma, por cada peso del Fondo de Apoyo a Migrantes que llega a uno de los beneficiarios –que aparecerá en los reportes como “los cientos de beneficiarios”–, el reducido grupo de burócratas que los gestionan y determinan a quién se da el apoyo habrá ganado un peso con 57 centavos.
Es obvio que el INAMES no sólo se dedica a la canalización de los recursos provenientes del Fondo de Apoyo a Migrantes, pero el dato no deja de reflejar cierta incongruencia que se presenta en los programas sociales que aplica todo el aparato gubernamental, sea combate a la pobreza o apoyos al campo, donde los gestores se llevan los mayores beneficios.
El reporte “Ejecución de los programas de Trabajo” muestra el perfil de la atención a los migrantes: la mayor actividad enumerada es sobre apoyos para traslado de restos y a deportados, con una disminución importante en la promoción de proyectos productivos y enlaces sólo en 23 de los 58 ayuntamientos.
Por si fuera poco, pareciera que los migrantes sólo son braceros generadores de remesas que no tienen ningún interés por otros ámbitos de la actividad humana como la cultura. Al menos eso podría considerarse al ver el rubro “Eventos culturales”, que de enero a agosto presenta un reporte de cero realizados.
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