AUTOGOBIERNO Y VIOLENCIA, REINAN EN EL PENAL DE LA PILA

● Médicos del centro de reclusión se rebelan, denuncian campaña de hostigamiento.

● Denuncian que la dirección de Prevención a cargo de Concepción Tova abona a los enfrentamientos entre internos.

● Las condiciones de trabajo son de alto riesgo aseguran.

SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO | En conferencia de prensa médicos del Centro de Readaptación Social número uno, conocido como el Penal de La Pila denunciaron que en el interior reinan el autogobierno y la violencia y responsabilizan a la directora de Prevención y readaptación Social de los hechos de sangre e innumerables muertes que han ocurrido en el lugar al tiempo que denunciaron una campaña de hostigamiento en su contra pese a que son quienes más riesgo corren durante el desempeño de su labor.

Los médicos aseguraron que constantemente los internos amenazan con matarlos y ellos reportan las incidencias pero nadie hace caso, sus vidas corren riesgo cada vez que entran al centro de reclusión donde los hechos de sangre son cosa de prácticamente todos los días sin que ellos cuenten con las mínimas medidas de protección, la violencia es de todos sabida pero nadie interviene aseguran.

Aseguran que tras la masacre de Abril de 2013 se tomaron algunas medidas de protección pero no garantizan la vida de los médicos porque cuando hay motines o riñas en el interior la mayoría de las cuales no trascienden, son los internos los que determinan quien pasa y quien no a la zona de la clínica.

Advirtieron que la campaña de hostigamiento emprendida en su contra por Concepción Tovar abona a una nueva época de inseguridad y alto riesgo para su desempeño en el interior del penal, se quejan de la pretensión de aumentar las horas que pasan en el interior del centro con todos los riesgos que ello implica, sostienen que durante las riñas o enfrentamientos, los reclusos saquean las clínicas, se llevan medicamentos y todo tipo de materiales y los amenazan situación que les ha llevado a solicitar, desde 2007 la reubicación de la clínica sin que ninguna autoridad les atienda o escuche.