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sábado, 20 de septiembre de 2014

¿IMPULSO A LA VIVIENDA? ¡LA CASA DE LA DEMAGOGIA!

¿IMPULSO A LA VIVIENDA?

¡LA CASA DE LA DEMAGOGIA!

Editorial de Alejandro Zapata Perogordo

Uno de los rubros para cubrir las expectativas del desarrollo consiste en impulsar la construcción de vivienda familiar, que además de facilitar su adquisición a través de apoyos y subsidios oficiales con el objetivo de procurar el patrimonio, también ayuda a fortalecer la economía a través de los desarrolladores.

Así se han creado instituciones dedicadas a satisfacer esas necesidades, e inclusive, mucho se ha hablado de constituir la Secretaria de la Vivienda, no obstante contamos con el INFONAVIT, el FOVISSSTE y de reciente creación el FONHAPO, todas estas dedicadas a estimular programas para que las familias mexicanas cuenten con facilidades para adquirir una casa que les sirva de hogar y, a su vez un patrimonio.

En ese aspecto se han sumado esfuerzos entre gobiernos y particulares para ir abatiendo el déficit de vivienda, en tanto que constituye uno de los elementos para la medición de la pobreza, pues muchas personas carecen de la posibilidad siquiera de aspirar a tener una modesta propiedad y se encuentran destinados a vivir de arrimados, con hacinamiento o en el mejor de los casos pagando una renta.

Quienes tienen la oportunidad de encontrarse dentro de la formalidad, en tanto que desempeñan un trabajo donde se obliga a los patrones a inscribirlos y pagar las cuotas de seguridad social, de acuerdo al diseño de las propias instituciones, tienen la opción, cumpliendo requisitos mínimos, de acceder a créditos hipotecarios y, con ello adquirir bajo condiciones acordes a sus posibilidades, una propiedad donde instalar su hogar.

En días pasados tuve conocimiento de un caso similar, una persona, empleado de una dependencia gubernamental, con varios años de servicio, decidió hacer un esfuerzo y comprometerse bajo un crédito hipotecario a consolidar un hogar propio comprando una modesta casa, llevando a cabo todos los trámites ante el FOVISSSTE, donde está inscrito, independientemente de echar mano de su sus ahorros para completar el enganche.

Grande fue su sorpresa cuando le informaron en esa dependencia que aunque el Gobierno del Estado de San Luis Potosí le hubiese rebajado sus cuotas, estas desde hace muchos meses no habían sido cubiertas al FOVISSSTE, en consecuencia, era imposible autorizar ningún crédito, emitiendo incluso la constancia respectiva sobre el particular.

Es obvio evidentemente que no es un asunto aislado, esos actos son prácticas generalizadas, lamentablemente muchos gobiernos estatales han estado utilizando esos recursos económicos que pertenecen a los trabajadores, es decir, los ajenos, aquellos que no son de su propiedad, sino que corresponden a prestaciones de los empleados, como es el fondo de pensiones y las cuotas de seguridad social, para cubrir otros gastos, los destinan a rubros distintos, atropellando los derechos de sus empleados y dejándolos en el desamparo, para después, sin ningún sentimiento de culpa, heredar esos problemas a las siguientes administraciones.

El doble discurso es palpable: todos los gobiernos se ufanan y hacen referencia a buenas administraciones, manejos financieros eficientes, transparentes y progreso sexenal. En realidad continúa la opacidad, el desvío de recursos y la mentira. Esa postura solo surge de hipotecar de los valores en la casa de la demagogia.

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