GALERÍA DE PARÁSITOS SAGRADOS: LOS AFERRADOS AL HUESO
SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO. MARTES 27 DE MARZO DEL AÑO 2018 ● (http://circulorojoslp.com/) ● Dicen que San Luis es cuna de la democracia, también es tierra de caciques, de funcionarios públicos que se aferran al poder traspasándoselo a sus esposas, hijos y hasta nietos. Desde los tiempos de Gonzalo N. Santos hasta Juan Manuel Carreras, la “herencia” del poder en San Luis Potosí es el mayor acto de corrupción y a la vez “bien visto” por la sociedad
Funcionarios públicos de todos los partidos y académicos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí han hecho del servicio público una gran agencia de colocaciones donde impera el nepotismo, la herencia descarada del poder y la vida de lujo a costa del erario público.
Uno de los casos más descarado es Oscar Vera Fabregat, presidente plenipotenciario del Partido Conciencia Popular, una franquicia que se aprovecha de su iletrada y borrega militancia para relevarse el poder con su hijo Alejandro Vera Noyola, con quien se releva una diputación local cada tres años y ahora -siendo militante activo de un partido político que lo descalificaría en automático-, consiguió con la venia del gobernador Juan Manuel Carreras López que nombraran a su hijo flamante Fiscal Anticorrupción del Estado.
También a su hijo Luis Enrique Vera Loyola lo tiene incrustado en la Unidad de Transparencia de la Universidad “Autónoma” de San Luis Potosí, cuyos últimos rectores han prostituido a la institución y usado como cálido refugio burocrático de familiares de diputados, alcaldes y gobernadores en turno, hundiéndola en la crisis económica más grande de su historia.
Un ejemplo de ello es el taciturno constructor beneficiado con obra pública estatal, Jaime Valle Méndez, que sin vergüenza y con dotes de burgués dictador, impuso a su hija Cinthia Valle Meade en la dirección de Difusión Cultural de la vapuleada UASLP, y a yernos y parientes en diversas facultades como maestros de tiempo completo. Este fue un acto repetido por la mayoría de los directores de dichas escuelas y facultades, como Luis Armando Leal Tobías, ex director de la escuela de Estomatología, quien en su momento impuso a su amante principal de nombre Blanca –con quien tiene un hijo adolescente- con empleo de tiempo completo, y a varias de sus novias (ex alumnas de la Facultad) con horas clase o trabajos administrativos de medio tiempo, ganándose la antipatía de sus compañeros de trabajo que con más antigüedad y experiencia no han logrado conseguir tiempo completo.
Otro caso digno de nepotismo y abuso de poder en la UASLP es el del priista Raúl Camacho Muñoz, ex director de la escuela de Ciencias de la Comunicación, a quien consiguió para su hija Yolanda Camacho Zapata viajes por el mundo a cargo del erario público, clases en la misma universidad, un empleo con sueldo superior a los 50 mil pesos mensuales en la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información (CEGAIP) y un espacio periodístico en Pulso para que escribiera la peor columna que se pueda escribir en el periodismo potosino.
Mario García Valdez es otro neo-aristócrata que impuso a su hijo Mario García Castañón en la Facultad del Hábitat, a su hermano José García como inepto administrador de un Centro de Idiomas que se cae a pedazos y al esposo de su hermana en otro puesto administrativo en la Máxima Casa de Estudios potosina.
Para no ir tan lejos, Manuel Fermín Villar Rubio, actual rector “chiquito” -como le llama el periodista Armando Acosta- tiene sin temor “al qué dirán” a toda su descendencia como trabajadores o proveedores de la UASLP. Sofía del Villar, hija del rector labora en la universidad y también es propietaria de un negocio que provee a la institución de muebles. Su esposa Gladys Farías da clases en la misma facultad de la que Villar Rubio fue director años atrás. Y lo mismo hizo el mecenas de estos oscuros rectores: Alfonso Lastras Ramírez, quien le dio chamba a sus hijos Alfonso y Lucy Lastras, sempiternos parásitos en el servicio público. No hay reparo alguno entre los altos directivos de esa institución en heredar puestos, conseguir viajes y hasta pagar a su parentela sueldos más altos que los insultantes sueldos de los políticos.
En la política son peores. En el Partido Acción Nacional destaca un ex senador que le gusta pagar prostitutas con el dinero del pueblo: Alejandro Zapata Perogordo, quien ha mamado la ubre de la función pública como diputado local, alcalde capitalino, senador de la República y suspirante a la gubernatura del Estado en dos ocasiones y, abusando de los puestos públicos con los que nada ha hecho en beneficio de los potosinos, le abrió camino a su hija Marcela Zapata Suárez del Real, actual regidora del Ayuntamiento cuya inexperiencia le ha causado un paso gris y obediente en la administración municipal de Ricardo Gallardo Juárez, eso sí, ganando más de 1.5 millones de pesos por cada año del presente trienio, por sentarse en el Cabildo y simularle oposición a Gallardo Juárez.
Lo que no le entra a Marco Antonio Gama Basarte se lo pasa a su hermana Laura. Disfrutó los parabienes de ser regidor del cabildo capitalino, diputado en el Congreso local, asesor en el Senado y actualmente es diputado federal. Como no goza del don de la ubicuidad para ganar más dinero, Marco Gama le pasa “chambitas” a su hermana, quien actualmente es regidora en el Ayuntamiento capitalino, y posible candidata al Senado junto con Ricardo Gallardo Cardona y Guadalupe Almaguer. Todos por el Frente Ciudadano por México.
En ese mismo albiazul que presume moralidad, justicia y equidad Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala han hecho de las suyas. Uno fue presidente del sexenio más sangriento y cruel en la historia de nuestro país en toda su historia, y su esposa Margarita Zavala Gómez obtuvo diputaciones locales y federales por la vía fast-track de la plurinominal, quedándole mal a los mexicanos y a las familias de los niños de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora. También el hermano de Margarita, Hildebrando Zavala se benefició con el paso de Calderón por el poder al otorgarle contratos millonarios cuando era secretario de Energía. ¡Qué bonita familia!
El Partido Verde Ecologista con sede en San Luis Potosí está secuestrado por Manuel Barrera Guillén, quien junto a su esposa Yvette Salazar Torres también gustan de mamarle la ubre al servicio público. Uno ha sido presidente del partido, diputado local en dos ocasiones, secretario de ecología del gobierno estatal y recientemente protagonista de la famosa “ecuación corrupta” en el Congreso del Estado. A su esposa Yvette Salazar le ha traspasado la diputación local y también ha disfrutado los sueldos jugosos del gobierno del Ayuntamiento, donde hizo como que trabajaba como directora de ecología y aseo público, y del gobierno federal, donde hizo una pobre labor como delegada de la Semarnat.
De todos es conocido que lo que tiene esta familia de fama también lo tiene de miserable. Los Nava se prestan al partido que financie sus ambiciones de poder, por lo que igual puede ser el PAN, el PRI o el PRD, mientras los lleven al poder y puedan también vivir de la ubre del servicio público. Ni los hijos, ni los nietos del doctor Salvador Nava han logrado mantener los ideales de democracia, equidad y justica que pregonó el galeno en su tiempo.
En cambio, se incrustaron en el gobierno y disfrutaron de sus bonos, sueldos y horarios burocráticos, prestándose a las corruptelas de los gobernadores en turno. Luis Nava Calvillo es constructor y ha sido beneficiado ampliamente con obra pública en los gobiernos de Teófilo Torres Corzo y su cuñado Horacio Sánchez Unzueta. También fue secretario de Obras (SEDUVOP) en el sexenio de Fernando Toranzo Fernández, pero fue inhabilitado por tres años por cometer diversas irregularidades en el manejo de los recursos del Fondo Metropolitano la dependencia y fue multado con 10 millones de pesos, que no ha pagado a la Contraloría del Estado.
Otra hija de Salvador Nava que parece un crustáceo parásito incrustado transexenalmente en el gobierno estatal es la esposa de Horacio Sánchez Unzueta, Guadalupe Concepción Nava Calvillo, quien hace como que no ve y no oye las mega tranzas de los dos gobernadores con los que ha colaborado. Al frente del Centro de Internamiento Juvenil se vio involucrada en el escándalo por los diversos motines y fuga de internos, lo que le valió diversas quejas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Francisco Xavier Nava, el más pequeño e inexperto de los tres le alzaba la mano a Ricardo Gallardo Juárez arriba del templete durante su campaña a la alcaldía capitalina. Lo elogió, lo identificó con la lucha navista, lo hizo protagonista del “cambio”, a cambio, el efecto Gallardo lo empujó a la diputación federal y ahora ataca a su impulsor.
Sin ética moral, sin ideología partidista, más que la ambición de poder, Nava Palacios trató de presentarse como candidato ciudadano a la alcaldía capitalina para la elección que está en puerta, las firmas de sus familiares y empleados domésticos no fueron suficientes para su registro y se fue a registrar como pre candidato del PAN, organismo que no tarda en desechar al nieto del doctor Nava, quien es n inexperto chapulín político que al igual que otros aspirantes a un puesto público, hacen campaña desde los medios de comunicación y no en las calles.
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