DOS EVIDENCIAS PRUEBAN EL ASESINATO DE KARLA PONTIGO LUCCIOTO: EL EXPEDIENTE MÉDICO Y LA SEGUNDA AUTOPSIA
● El lunes 29 de octubre del año 2012, a las 6 de la tarde con 30 minutos, el Agentes del Ministerio Público Lic. José Manuel Ávila Chalita, realizó una inspección ministerial de la escena del crimen. El jueves 6 de noviembre fue dado de baja por el delito de omisión, relacionado con el la muerte de Carla Pontigo Luccioto.
● De este espacio al parecer destinado para cocina se aprecia sobre el piso una cantidad considerable de líquido seco al parecer hemático, con un aproximado de un metro de diámetro, de forma irregular, sobre este dos billetes de denominación de 500 y otro de 200 pesos cubiertos totalmente de líquido hemático, así como una huella de calzado industrial que mide aproximadamente 25 centímetros y diversos pedazos de vidrio ahumado.
CIUDAD DE MÉXICO. 16 DE NOVIEMBRE, 2018 ● Integrantes de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, urgen a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, para que resuelvan el caso de feminicidio de la joven potosina Karla Pontigo Luccioto.
Los integrantes de esta fundación presentaron a los integrantes de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, argumentos y una opinión sobre el feminicidio de la joven y en donde a su consideración este caso no se investigó adecuadamente, ni con perspectiva de género
Ana Sandra Salinas Pérez , abogada de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho dijo que hacen un llamado a los Ministros ya que el caso de Karla se encuentra se encuentra ahí desde el julio del 2015 y aún no hay una respuesta:” entendemos que hay otros casos, la Corte ha mantenido un silencio durante los últimos tres años pues no se ha vuelto a pronunciar en ningún otro caso, esperamos que el siguiente sea el de Karla , lo que la Corte determine va a sentar un precedente en aquellos casos de feminicidio , es una situación de emergencia nacional.
También la abogada recordó que en paralelo hay otros proceso abiertos, en este caso, entre ellos la investigación a los servidores públicos por no actuar conforme a los protocolos establecidos en los casos de feminicidio“ eso lo van a determinar lo que hemos pedido es que se investigue si estuvo acorde a los protocolos y estándares tanto nacionales como internacionales para investigar este tipo de crímenes y en su caso que se apliquen las sanciones a quien resulte responsable(los funcionarios )que pudieran resultar presuntos culpables” asimismo indicó la abogada que existe investigación abierta por las amenazas que recibieron los familiares de la joven.
DOS EVIDENCIAS PRUEBAN EL ASESINATO DE KARLA PONTIGO LUCCIOTO: EL EXPEDIENTE MÉDICO Y LA SEGUNDA AUTOPSIA
La doctora María Luisa Ramos Segura, pidió y tiene, una copia del expediente médico de Karla Pontigo Luccioto. Y también de la segunda autopsia.
Ramos Segura era en esa época, la presidenta del DIF estatal. Para proteger a su hijo, el doctor Fernando Toranzo, a quien el secretario general de gobierno, Cándido Ochoa Rojas, y el procurador Miguel Ángel García Covarrubias, intentaron involucrar con el crimen, por esa razón le pidió al director del Hospital Central “Ignacio Morones Prieto”, Octavio Alfredo Castillero, que le diera una copia certificada del expediente médico, de Karla Pontigo Luccioto. También pidió el certificado de la segunda autopsia.
El viernes 12 de abril de 2013, personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado, así como familiares del edecán herido de muerte, en el antro Play, Karla Pontigo Lucciotto, acudieron al panteón del Saucito para exhumar los restos de la joven, mismos que serán trasladados al Servicio Médico Legista para una nueva necropsia.
Alrededor de las 7:00 horas arribó el personal al cementerio y tras ingresar al mismo, cerca de 20 minutos después comenzó la excavación para sacar lo restos de Karla.
La zona fue acordonada para no entorpecer las labores, en las que estuvieron presentes la madre y el hermano de Karla, ésta última, fallecida en octubre del año pasado en extrañas circunstancias.
Poco después de las 8:00 horas, el féretro fue extraído y de inmediato fue subido a una camioneta del Servicio Médico Legista, para su traslado a fin de realizar la necropsia. Minutos después se dio por terminada a diligencia.
En el documento en el que se confirmaba la exhumación, difundido ayer, se detalló que además que “quienes vayan a manipular la extracción del féretro, así como la extracción del cadáver y su posterior re inhumación deben portar mascarillas de protección de cubre bocas, botas de quirófano desechable y guantes de cirujano tipo “adex””.
LOS TESTIGOS Y SU PRIMER INTERROGATORIO:
La Procuraduría General de Justicia de San Luis Potosí entrevistó a cuatro empleados del bar y todos dan los mismos testimonio, señalan que ella subió al tercer piso sola, que iba borracha, que la encontraron tirada llena de sangre y vidrios, moviendo las manos y la cabeza sin poder hablar, que uno de los empleados bajó a avisarle al dueño, Jorge Vasilakos, y al hermano de Karla (quien en ese momento fue a recogerla), que la ambulancia se tardó 25 minutos en llegar y después no supieron más.
La versión oficial de la muerte de Karla está sustentada en los testimonios de 3 hombres y una mujer, empleados de uno de los principales sospechosos del crimen, pero la familia de ella no se ha quedado conforme y logró una segunda necropsia de resultados aterradores.
En ella se encontraron 39 lesiones en zonas cóncavas que difícilmente se habrían hecho al estrellarse contra la puerta, o con el recuento de su hermano Fernando que tuvo que forzar su entrada al antro para encontrar a Karla convaleciente y ella le pidió ayuda, o el testimonio de su madre quien narra que su hija sufría violencia psicológica y hostigamiento sexual por parte de su jefe.
Después de que su hermano la encontró herida en el bar, llegó la ambulancia 25 minutos después. Karla ingresó a la sala de urgencias Hospital General de San Luis Potosí casi sin pulso, su cuerpo tenía 35 grados de temperatura y sus pupilas estaban sumamente dilatadas. Eran las 3:40 de la mañana.
Le tomó al equipo de urgencias 20 minutos reanimarla, se enumeraron múltiples lesiones atribuidas a un objeto punzocortante en el cuello, área pélvica, los brazos y las muñecas, moretones en el párpado, la mejilla y el labio izquierdo.
Las autoridades hospitalarias, al ver el estado en que llegó Karla, debieron –por ley, NOM-046 de la Secretaría de Salud Violencia familiar, sexual y contra las mujeres- llamar de inmediato al Ministerio Público y no lo hicieron sino hasta 22 horas después, hasta las 1:15 de la mañana del 29 de octubre.
En esas 22 horas, Karla entró dos veces a cirugía, se le amputó la pierna para controlar la hemorragia, su madre Esperanza Lucciotto fue presionada a donar los riñones y córneas de su hija (en su relato ella cuenta que le presionaron a donar los órganos a cambio de llamar a las autoridades judiciales) y Karla falleció.
Esa no fue la única irregularidad de las autoridades de Salud. De acuerdo con Ana Sandra Salinas, abogada de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, que acompaña el caso en los tribunales, el expediente de Karla está incompleto, el informe de los paramédicos que son esenciales para que un doctor pueda atender al paciente, no han sido entregados a la defensa.
La investigación por parte de la Procuraduría empezó 38 horas y media más horas tarde y la persona que le abrió la puerta a los detectives fue Jorge Vasilakos, el jefe de Karla –para la familia es el principal sospechoso de la muerte- a quien finalmente se le adjudicó el homicidio culposo de la joven por tener “mala iluminación en el bar”, razón por la cual, según la investigación, la joven se habría caído y herido.
El expediente que la PGJ de SLP hizo de la muerte de Karla sólo aportó las pruebas para investigar el caso como un accidente. No hubo pruebas para detectar violencia sexual, nunca se entrevistó a las otras animadoras de la discoteca para saber si ellas también eran hostigadas, no se permitieron los testimonios de la familia y sólo con un amparo se le dio acceso al expediente.
EL ASESINO LE DEJÓ 1,200 PESOS:
Karla Pontigo Lucciotto, una estudiante de Nutrición de 22 años, trabajaba los fines de semana como edecán del antro El Play en San Luis Potosí.
A las 3 de la mañana del 28 de octubre del año 2012, Karla salió de su trabajo inconsciente, desangrándose, y en una camilla de la Cruz Roja. Empleados aseguraron que “chocó” con una puerta de cristal en lo que pareciera un accidente, pero en realidad fue asesinada en el establecimiento (o herida de muerte), al aventarla sobre la puerta de vidrio, y haberla golpeada con saña, ya caída en el suelo, y se estaba desangrando.
Resultó que Karla había sufrido una agresión física y sexual, que le dejó casi 40 heridas internas y externas, así como golpes en la cabeza, cara, un labio mordido, marcas de estrangulamiento, y posteriormente perdió la pierna durante una cirugía en el Hospital Central.
“AYÚDAME”, LE DIJO KARLA PONTIGO A SU HERMANO FERNANDO:
“Ayúdame”, le dijo Karla Pontigo a su hermano Fernando, cuando la encontró desangrándose en el tercer piso del antro “Play”, la madrugada aquella del 28 de octubre en que murió.
“Ese día estábamos mensajeándonos para ponernos de acuerdo a qué hora pasaba por ella, como era el cambio de horario me dijo que pasara por ella a las tres (de la madrugada) en el reloj de mi teléfono”, recuerda Fernando Pontigo Luccioto en entrevista con Plano Informativo.
Al llegar al establecimiento se pudo percatar que el negocio ya estaba literalmente vacío, sólo con cuatro empleados de seguridad a quienes pudo escuchar que narraban una riña. Se acercó a ellos y preguntó por su hermana. Tres vigilantes hicieron caso omiso a su cuestionamiento, mientras que el cuarto le dijo que ella había sufrido una cortada y que el dueño del lugar estaba con ella.
Pese a esto, como pudo Fernando se abrió paso y al ingresar al lugar, en la planta baja sólo observó a dos meseros que recogían las mesas. “Me subí al segundo piso donde hay más mesas y está el sonido pero tampoco había nadie”.
Se percató que había una escalera que llevaba a un piso superior, llegó ahí y dice que sólo pude ver a su hermana tendida en el piso y, junto a ella, a una chica a la que no conocía que la tenía tomada de las manos.
Y recuerda lo que le dijo a su hermana:
– ¿Qué te pasa Karla?
– Ayúdame.
Fue lo último que escucho decir a su hermana de 22 años.
Recuerda también que al acercase a su hermana vio un gran charco de sangre a su alrededor y una herida en su pierna. La chica que la acompañaba la tenía tomada de las manos desde su cabeza y le decía que no se agarrara. Fue cuando se percató de que tenía su celular a un lado y dos billetes: uno de 500 y otro de 200 pesos. Hasta ese momento –a Karla no se le había aplicado ningún torniquete para frenar la hemorragia de su pierna derecha. Otro detalle que alcanzó a observar en la escena es que los botines que llevaba su hermana estaban con el cierre debajo, lo cual no le pareció común.
Fernando dice que enseguida tomó a su hermana, bajó con ella y a medio camino se encontró con los paramédicos de la Cruz Roja, quienes de manera “lenta” la auxiliaron pese a que él mismo los estuvo presionando e incluso en su desesperación tuvo que auxiliarlos. Al bajar a la entrada del antro, el equipo de emergencia le preguntó hacia qué hospital se dirigen. Les indicó que a la Clínica 50, sin embargo, luego de una llamada la ambulancia se dirigió hacia el Hospital Central.
Afirma además que previo a esto, el dueño del antro se acercó a la camilla donde llevaban a Karla, aunque se detuvo, mientras “se frotaba con la mano izquierda el antebrazo derecho en repetidas ocasiones”.
Al llegar la ambulancia al Hospital Central, Karla Pontigo fue atendida de inmediato, pero debido a la gravedad de su lesión se le tuvo que amputar la pierna derecha. Dos horas después de su ingreso al hospital, los médicos le informaron a los familiares que tendría que ser intervenida quirúrgicamente por las lesiones internas, que a la postre causaron su muerte.
Fernando advierte también que en el lugar de los hechos no pudo observar ninguna patrulla y por consiguiente a ningún elemento de la Policía Ministerial del Estado (PME) o de cualquier otra corporación, pese a que en el expediente 877/2012 de la Procuraduría General de Justicia se hace referencia de la presencia en el lugar de tres o cuatro policías ministeriales.
También, denuncia que el expediente de la Procuraduría de Justicia presenta otra inconsistencia, pues indica que los paramédicos llegaron hasta el lugar donde se encontraba Karla, lo cual no fue así, pues fue él quien la sacó a la entrada del antro.
Este día, Fernando Pontigo, ataviado con una gorra y una chamarra ligera acudió a rendir su declaración en la Mesa Cuarta de delitos de alto impacto de la Procuraduría de Justicia, donde se investiga el caso.
Finalmente, la defensa legal que asesora a la familia de Karla, informó que no obstante la versión inicial sostenida por las autoridades de procuración de justicia y los propietarios del antro donde se presentaron los hechos, la carátula del expediente que integra la averiguación consigna que se persigue el delito de homicidio.
LUNES 29 DE OCTUBRE DEL AÑO 2012. 18:30 HORAS. INSPECCIÓN MINISTERIAL DE LA ESCENA DEL CRIMEN: LIC. JOSÉ MANUEL ÁVILA CHALITA
El lunes 29 de octubre del año 2012, a las 6 de la tarde con 30 minutos, el Agentes del Ministerio Público Lic. José Manuel Ávila Chalita, realizó una inspección ministerial de la escena del crimen.
El jueves 6 de noviembre fue dado de baja por el delito de omisión, relacionado con el la muerte de Carla Pontigo Luccioto.
“Se Advierten unas escaleras de material de herrería que permiten el acceso a la tercera planta del antro El Play.
Una vez que procedí a subir esas escaleras me encuentro con un espacio que mide 7X7 metros aproximadamente, con las paredes pintadas color claro, con piso de vitropiso de color claro, del lado izquierdo se encuentra una nevera de color blanco, aproximadamente de un metro de largo por un metro de alto, inmediatamente después se aprecian dos refrigeradores de pie ambos de color claro con la leyenda “Corona”, del lado derecho se aprecia una barra del mismo azulejo.
De este espacio al parecer destinado para cocina se aprecia sobre el piso una cantidad considerable de líquido seco al parecer hemático, con un aproximado de un metro de diámetro, de forma irregular, sobre este dos billetes de denominación de 500 y otro de 200 pesos cubiertos totalmente de líquido hemático, así como una huella de calzado industrial que mide aproximadamente 25 centímetros y diversos pedazos de vidrio ahumado.
DESCRIPCIÓN DE “LA FAMOSA” PUERTA ASESINA:
Del lado izquierdo de este charco se aprecia una diadema para pelo color negra, siguiendo observando hacia el frente se observa una puerta corrediza de aluminio color café, con dos hojas de vidrio, la cual mide 1 metro de ancho y 1.8 metros de alto.
La puerta es corrediza de aluminio color café, con dos hojas de vidrio, la cual mide 1.8 metros de alto.
La puerta corrediza del lado derecho se encuentra entreabierta y con el vidrio roto de la parte de la mitad hacia abajo, y con pedazos de vidrio estrellados de forma irregular, y en dos de estos se aprecia líquido rojo, al parecer hemático, así como al parecer residuos fibrosos de carne y grasa, y el aluminio chorreando de este líquido.
Cabe hacer mención que en toda el área se encuentra sobre el piso pedacería de vidrio ahumado y/o pasando dicha puerta, se advierte un pasillo que da a dos cuartos, el primero de ellos destinado al parecer para oficina.
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