●.- Genaro García Luna, jefe de la policía federal con Felipe Calderón, y ha sido acusado de colaborar con el Cártel de Sinaloa y recibir sobornos millonarios, de manos del Rey Zambada.
HOUSTON, TEXAS. 10.12.2019.- El máximo jefe de la policía mexicana durante el Gobierno de Felipe Calderón y gran estratega de la lucha contra el narcotráfico, Genaro García Luna, ha sido detenido en Dallas (Texas, Estados Unidos) este lunes. El que fuera secretario de Seguridad Pública en la Administración de Calderón (de 2006 a 2012) está acusado por la misma corte de Nueva York que sentenció a Joaquín El Chapo Guzmán de colaborar con el Cártel de Sinaloa durante los años de la guerra contra las drogas que emprendió el entonces presidente mexicano tras su llegada al poder. García Luna se enfrenta a tres cargos por crimen organizado y la justicia estadounidense lo señala como el brazo del Gobierno que permitió al cartel más poderoso del mundo, a cambio de sobornos millonarios, operar con total impunidad en México.
Las sospechas sobre el secretario —que también estuvo a cargo de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) durante el Gobierno de Vicente Fox (de 2000 a 2006) — se hicieron públicas durante el juicio contra El Chapo en Nueva York. El hermano de Ismael El Mayo Zambada, Jesús El Rey Zambada, socio de Guzmán en Sinaloa, declaró en una audiencia en febrero del año pasado que su corporación había hecho pagos millonarios a García Luna al menos en dos ocasiones.
Zambada, que fue el primer colaborador con la Fiscalía en la causa contra Guzmán, explicó ante el jurado en Brooklyn que realizó en concreto dos pagos para garantizar la protección de su hermano mayor, El Mayo, jefe del Cártel de Sinaloa, y evitar así que fuera detenido. El primer soborno, que se produjo en un restaurante en 2005, ascendía a tres millones de dólares. García Luna estaba al mando de la AFI en ese momento. A este le siguió otro de entre tres y cinco millones en 2007 cuando García Luna ya era secretario de Seguridad Pública.
"¿Se reunió con García Luna en un restaurante?", le preguntó un abogado durante la audiencia. "Sí", respondió Jesús Zambada. El efectivo iba en un maletín y tenía como propósito conseguir que se nombrara como jefe de la policía en Culiacán a una persona de confianza del cartel, para así "tenerlo en su bolsillo". La investigación policial por la que ha sido detenido este lunes detalla que el pago de sobornos fue confirmado por "muchos testigos", colaboradores del grupo criminal.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha hecho público un comunicado este martes en el que informa sobre su detención y los delitos de los que el exsecretario está acusado. Afirma que "mientras tuvo un cargo público en México, recibió millones de dólares en sobornos por parte del cartel de Sinaloa a cambio de protección para sus actividades de narcotráfico.
Gracias a su apoyo, la organización mantuvo su actividad criminal sin una intervención relevante de las autoridades y permitió que se importaran grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos".
El 15 de noviembre de 2015, García Luna, ya instalado desde hacía dos años en Florida, donde había obtenido la residencia estadounidense, fue multado por saltarse una señal de tráfico. Gracias a esta detención, según apunta una investigación de la cadena Univisión, las autoridades registraron una mansión a su nombre con embarcadero propio en Golden Beach, valorada en 3,3 millones de dólares. Hacía solo dos años que había dejado su cargo en el Gobierno mexicano. Además de este inmueble, la investigación periodística reveló que él y su esposa residieron durante un tiempo en otro ático de lujo valorado en 2,3 millones de dólares, en Aventura, Florida, entre 2016 y 2018.
Los orígenes de su poder en México se remontan a una legislatura anterior a Felipe Calderón. Antes de asumir la Secretaría de Seguridad a finales de 2006, Genaro García Luna se había desempeñado como jefe de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), un brazo operativo de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) durante todo el sexenio de Vicente Fox, de 2000 a 2006. En 2005, su gestión se vio seriamente cuestionada por un escándalo que puso en crisis la relación diplomática entre México y Francia: la detención de Florence Cassez. La francesa fue capturada por policías de la extinta AFI tras ser acusada de secuestro, y todo se transmitió por televisión. Sin embargo, la detención era un montaje, una recreación de la policía de García Luna para las cámaras televisivas.
Su paso por el Ministerio de Seguridad (2006-2012) también estuvo marcado por diversos escándalos. Uno de los casos más recordados es el pago que realizó a Televisa en 2011 para que realizara una serie televisiva que exaltara la labor de la Policía Federal, tan cuestionada en esos años por los excesos cometidos en la guerra contra el narco. La secretaría le brindó a Televisa acceso al personal de la institución y le prestó patrullas, helicópteros y armamento. Desde el principio el programa, transmitido en el horario de mayor audiencia, causó polémica porque retrataba una realidad muy distinta a la que padecía el país y mostraba una producción costosa con imágenes donde se veían las instalaciones del Ministerio de Seguridad.
Pese a que la Secretaría de la Función Pública integró al menos 20 expedientes para investigar si García Luna incurrió en alguna irregularidad durante su paso por la gestión federal, ninguna investigación se concretó y tras dejar su puesto de secretario se fue de México, cuando su imagen estaba por los suelos.
Fue el gran estratega de la guerra contra el narcotráfico, que emprendió Calderón a su llegada al poder y continuó Enrique Peña Nieto. Uno de los responsables de las etapas más cruentas del país. Las cifras de homicidios se dispararon a partir de 2006 y sembraron de cadáveres el territorio nacional, con casi 100 asesinatos al día y al menos 20.000 desaparecidos. Una ola violenta que no se ha detenido desde entonces. Este año se ha batido un nuevo récord sangriento, con datos más dramáticos que en los peores años del combate al narcotráfico. La tasa de más de 100 asesinatos diarios se ha instalado sin que un presidente haya anunciado ninguna guerra.
López Obrador ha culpado desde su llegada al poder a Calderón y su Gobierno de iniciar esta sangría. Aunque después de 12 meses de mandato las políticas para contener la violencia en México no han producido ninguna mejoría. "Esa absurda y desquiciada estrategia no se repetirá jamás", anunció el presidente desde el Zócalo capitalino en el aniversario de su toma de posesión. Bajo su Gobierno, dos altos funcionarios de la Administración de Calderón han sido vinculados por corrupción: además de García Luna (en Estados Unidos), hace dos meses, el ministro de la Suprema Corte, Eduardo Medina Mora.
El periodista y escritor mexicano Diego Osorno señala a García Luna como "el autor material de una política antidrogas populista y fallida mal llamada guerra contra el narco, que en buena medida llevó al país a la crisis de derechos humanos que padecemos hoy en día. El autor intelectual de la misma es el expresidente Felipe Calderón, quien se ha negado a rendir cuentas al respecto hasta el día de hoy. Quizá este juicio en Estados Unidos destape los intereses ocultos detrás de uno de los periodos más trágicos de nuestra historia reciente".
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