En el año 2010, se dispararon las ejecuciones en el Estado de San Luis Potosí. Enfrentamientos entre los mismos delincuentes o contra el Ejército Mexicano o federales, se registraron en diversas partes del Estado con saldos mortales. Hubo personas secuestradas que luego aparecían muertas, o asesinatos múltiples cometidos en un solo lugar. La escalada de violencia sin precedente alguno en la Historia Policíaca de San Luis Potosí, fue el sello que marcó al año que, Gracias a Dios, ¡Ya se fue!
CIUDAD DE SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO. SÁBADO 1 DE ENERO DEL AÑO 2010.- En el año 2010, cuando menos 150 personas murieron al ser ejecutadas, o en enfrentamientos contra efectivos del Ejército, por tener alguna relación con el crimen organizado.
También hubo víctimas inocentes o “colaterales”.
La violencia se recrudeció principalmente en la Huasteca Potosina, donde incluso comandos armados asesinaron a grupos de personas en un mismo lugar.
Dentro de las estadísticas se cuenta a supuestos integrantes de la delincuencia organizada, gente secuestrada por comandos armados, otros que no tenían ninguna relación con la delincuencia, elementos de la Policía Ministerial del Estado, Policías Estatales y custodios del Centro de Prevención y Readaptación Social.
Estadísticamente se establece que el mes más violento fue octubre, en donde hubo un total de 24 muertos; siguió septiembre con 23, julio con 15, diciembre con 15 y mayo con 10; los meses de junio y agosto con ocho cada uno; enero y noviembre con seis; marzo con cuatro; abril con tres y febrero con dos.
En los municipios en donde hubo más asesinatos fue en la Zona Huasteca, en donde según estadísticas no oficiales, hubo 63 muertos, seguido por la Capital del Estado con un total de 19 homicidios, luego Soledad de Graciano Sánchez donde se reportó la ejecución en forma violenta de un total de 11 personas; tan sólo en Ciudad del Maíz en los últimos días del año hubo siete homicidios a manos de un comando armado que sembró el pánico.
En Villa de Reyes hubo cinco muertos, en Villa de Ramos cuatro, en Cerro de San Pedro dos, lo mismo que en Ciudad Fernández y Villa de Zaragoza; en Villa Hidalgo, Mexquitic de Carmona, Xilitla y El Naranjo hubo uno en cada municipio.
En la estadística se cuenta también a las personas que murieron en enfrentamientos con el Ejército Mexicano en su lucha contra el narcotráfico y contra integrantes de la delincuencia organizada.
Los asesinatos del año empezaron el día nueve de enero en Ciudad Valles, cuando un comando armado disparó en contra de Leopoldo Castillo Morales y su esposa María Cruz Salinas Orta, frente a su vivienda, que se ubica en la calle 65 en la colonia Doracely. El día 19, en la colonia Misión del Palmar, en la capital del estado, Fátima Chávez de 22 años de edad, bailarina de un centro nocturno, fue asesinada por maleantes que le propinaron dos balazos, uno en un tobillo y el otro en el pecho, además presentaba un fuerte golpe en la cabeza con hundimiento de cráneo. El 24, Nicolás Sánchez González de 29 años, fue muerto a balazos en la avenida José de Gálvez y 20 de Noviembre, en la colonia 21 de Marzo; sus familiares dicen que recibió una llamada donde lo citaron en un sitio y ya no volvieron a saber de él hasta que lo encontraron muerto.
El día dos de febrero fue encontrado el cuerpo de un individuo decapitado en la comunidad El Socavón, en el municipio de Villa de Reyes; tenía entre 30 y 35 años de edad, se encontraba desnudo y cubierto el 90 por ciento del cuerpo con cal, posteriormente encontrarían la cabeza. El 27 de febrero se encontró el cuerpo sin vida de un carpintero; estaba en un camino de terracería, por el rumbo del Periférico Norte a inmediaciones de la granja El Nogal, presentaba golpes en todo el cuerpo, pero no heridas de bala; después de un tiempo se logró establecer que se trataba de Víctor Hugo Martínez Jasso, quien tuvo su domicilio en la colonia Villas del Morro. Un enfrentamiento a balazos entre elementos del Ejército Mexicano, y un comando del Crimen Organizado, dejó un saldo de dos sicario muertos con sus armas empuñadas, y una persona que llevaba las manos esposadas a la espalda. Otro hombre no identificado, también con las manos esposadas, se dio a la fuga corriendo a toda prisa en medio del fuego cruzado.
El tres de marzo se descubrió el cuerpo de Alberto Rodríguez Moreno, contaba con 78 años de edad y presentaba una herida producida por proyectil de arma de fuego calibre .45 en el pecho; el cuerpo fue localizado en un camino de terracería de las comunidades El Mezquital y Colorada, en el municipio de Villa de Arriaga. El 13 de marzo fue encontrado el cuerpo del taxista Edgar Gerardo López Ortiz en la presa de la comunidad de San Diego, en Rioverde; aunque no tenía lesiones por arma de fuego, presentaba huellas de tortura. El 19 del mismo mes el ingeniero Jorge Luis Carreón Osorio de 45 años, fue localizado muerto a golpes en la calle Libertad, en la colonia del mismo nombre; estaba con una bolsa negra en la cabeza que prácticamente se la deshicieron con un bate de beisbol. El 31 de marzo, en las aguas negras del Río de Santiago, cerca del Periférico Oriente, localizaron el cuerpo de un hombre desconocido con fuertes golpes, tenía ropa de dormir y se encontraba sin zapatos.
El día 15 de abril, los agentes de la Policía Ministerial del Estado, Juan Pablo Domínguez Proa e Inocencio Reyes Aranda, fueron asesinados a balazos en despoblado en la comunidad de Laguna de San Vicente, Villa de Reyes, cuando pretendían cumplimentar una orden de aprehensión. El 17 de abril, Saúl Torres López de 44 años, fue encontrado muerto a la orilla de un camino de terracería del ejido San Mateo, en Ciudad Valles; su vehículo estaba abandonado cerca del sector.
El siete de mayo, el cantinero Julián Rodríguez Hernández, que se encontraba en un bar que se ubica en la colonia Wenceslao Victoria, le reclamó a tres sujetos que pagaron la cuenta con billetes falsos; a la fuerza se lo llevaron a un lote baldío, en donde lo golpearon y finalmente lo mataron con arma blanca. El día 20 de mayo, el prestamista Ángel Nieto Cabrera de 75 años, fue localizado muerto en su vivienda de la colonia Mártires de la Revolución; presentaba un balazo en la cabeza. El 24 del mismo mes un hombre de unos 35 años fue localizado muerto en una parcela de Villa de Pozos, presentaba múltiples huellas de violencia en todo el cuerpo. El día 25 de mayo, hallaron muertos a tres hombres en el kilómetro 25+300 de la carretera Ciudad Valles-Rioverde, dos estaban en el suelo y otro en una camioneta; se les identificó como Miguel Hernández Briseño, policía federal adscrito a Hermosillo, Sonora; su hermano Carlos Daniel Hernández Briseño y Julio Guerrero. El 29 de mayo, al pasar a bordo de su automóvil Volkswagen Golf, por donde se suscitaba una balacera, Honorio Martínez Mar de 36 años recibió una bala perdida y murió; los hechos, en el bulevar México-Laredo, en Ciudad Valles. El ex-alcalde de Tamazunchale y ex-diputado local, Rosendo Pazzi Pacheco, fue baleado anoche por un sujeto que le pidió raid cuando él se encontraba en una finca de su propiedad denominado El Cielo, ubicado en la comunidad de La Cuchilla, perteneciente al municipio de Tamazunchale. Los hechos ocurrieron ayer cerca de las 21:00 horas en que Pazzi Pacheco estaba en el balneario a la altura del kilómetro 7 de la carretera Tamazunchale-San Martín Chalchicuautla.
El 11 de junio las estudiantes del Cobach Adriana Ángeles Pérez y Jéssica Orozco Bustos, murieron al pasar por fuego cruzado en Reforma y Vicente C. Salazar, en el barrio Las Lomas, en Ciudad Valles; regresaban de la fiesta de graduación. El día 22 de junio dos hombres de entre 35 y 40 años de edad, aparecieron muertos en un basurero ubicado a unos 500 metros del Libramiento Poniente, en Ciudad Valles; presentaban heridas producidas por proyectil de arma de fuego. El 26 de junio fueron encontrados los cuerpos de tres jóvenes de entre 18 y 22 años; estaban en una vereda de la colonia Solidaridad, en Ciudad Valles; presentaba impactos de bala en el cuerpo y cabeza. El mismo día 26 de junio, en Ciudad Valles, en los límites con Tamaulipas, encontraron a dos hombres muertos a balazos; estaban maniatados y descalzos, tenían entre 25 y 40 años de edad.
Asegura EL Ejército armas y droga
CIUDAD DE SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO. SÁBADO 1 DE ENERO DEL AÑO 2011.- La Secretaría de la Defensa Nacional informó de diversas acciones implementadas por la 12/a Zona Militar en el Estado, las cuales arrojaron seis detenciones de presuntos delincuentes y el aseguramiento de armas, drogas y vehículos. En Soledad de Graciano Sánchez, elementos del Ejército Mexicano que realizaban un operativo sobre la carretera a Matehuala, a la altura del kilómetro 9, detuvieron a Elvia Agustina Guerrero Ruíz y Guadalupe González Ruíz, a quienes se les aseguró un automóvil Chevrolet Aveo que contaba con reporte de robo.
En el municipio de Ciudad Valles, durante un operativo se aseguró dos vehículos, un Nissan y un Jeep Liberty que se encontraban abandonados, en el interior había residuos de mariguana y cartuchos de armas de fuego.
En Santa María del Río, los efectivos castrenses detuvieron a un hombre con tres armas largas, una corta, 10 cargadores y mil 408 cartuchos de diversos calibres.
Finalmente, en el aeropuerto Internacional “Ponciano Arriaga”, durante una revisión en la empresa “Estafeta”, se detectaron 241 pastillas psicotrópicas y un paquete que contenía “cristal”.
Los paquetes procedían de ciudades de Uruapan, Michoacán y de Guadalajara, Jalisco, llevando como destino Woodburn, Oregón, en Estados Unidos y el Estado de Quintana Roo, respetivamente.
de todos
Año negro para la seguridad en San Luis Potosí, lo dicen sin dejar lugar a réplicas por lo menos creíbles las cifras de muertes relacionadas con actividades del crimen organizado en la entidad, hayan ocurrido en balaceras o hayan sido asesinatos dolosos.
Buena parte de las cuentas homicidas de la delincuencia en San Luis Potosí tienen explicación en la oleada sangrienta que ha manchado todo el país, sin embargo, falta conocer otros datos que son menos sencillos de seguir pero que agravian, y mucho, a la los ciudadanos. Son datos, para peor, sobre los que la autoridad rara vez informa, y no mucho.
¿Cómo cierra San Luis Potosí en pérdidas económicas por extorsiones? ¿Cuántos robos a casas habitación y cuántos asaltos se resolvieron? ¿Cuántos ciudadanos asaltados en carreteras recuperaron sin daños sus unidades? No es que San Luis fuera el origen del arcoiris, pero los colores del entorno cotidiano para muchos potosinos se han ido a los tonos de la pesadilla.
El propio jefe de la Iglesia Católica Potosina, el arzobispo Luis Morales Reyes, hizo un llamado a la responsabilidad general ante la situación que se vive, desde las autoridades a los ciudadanos. Y exhortó a las autoridades a proporcionar mayor información sobre la seguridad. Lo que ha dicho el arzobispo es la petición de una mayoría.
Lo que hasta ahora hay en información oportuna sobre seguridad, sobre todo o-por-tu-na, es mera propaganda. Hace a veces más esfuerzos la Procuraduría con un comunicado de antigualla, que el muy anunciado twitter site de la Secretaría de Seguridad Pública, siempre en tiempo de preliminar-desinformado-perpetuo, aunque tenga la cobertura de centenares de agentes.
Si las cosas no tienen para cuándo mejorar en seguridad, por lo menos que no sumen a los hechos negativos la desinformación para los ciudadanos. Y que eso sea un compromiso no de un propósito incumplible más de año nuevo, sino en hechos.