OSCAR, EL AGRESOR DE UBERS, ES AMIGO DEL GOBERNADOR JUAN MANUEL CARRERAS ¡
● Luego de una semana de constante acoso y cacería por parte del al Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), auxiliados por la Policía Estatal, Metropolitana e incluso la Federal, la tarde del miércoles estalló la bronca entre choferes de taxi y Uber, y creció al grado de que los ruleteros se agarraron a pedradas, como pandilleros, en la lateral de la carretera a Matehuala, muy cerca del distribuidor Juárez, dejando como saldo un chofer de Uber lesionado.
● El agredido de nombre Rodrigo Elizalde declaró que el pleito de esta tarde inició por un operativo, liderado por el inspector Pedro Barró de la SCT en la que decomisaron un vehículo de Uber que no fue llevado a un corralón oficial, sino a una bodega. En este tipo de operativos mafiosos de Gobierno del Estado y la SCT, se presta la Policía Estatal, la Metropolitana, la Federal e incluso las compañías de grúas Ángel Santiago y Grúas Real del Potosí GRP.
● Los taxistas han declarado que tienen indicaciones de los inspectores de la SCT de cazar a los Uber para obligarlos a dar moche y así, una vez pagada la “cuota”, dejarlos trabajar, extorsión de la que también son víctimas los ruleteros, pero de la que ya no se quejan.
SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO. JUEVES 01 DE FEBRERO DEL AÑO 2018 ● El miércoles 31 de enero, en medio de la trifulca que se suscitó entre Choferes de UBER y Taxistas, fue identificado uno de los agresores, quien responde al nombre de Oscar, con domicilio conocido en Santa Mónica, y bautizado en redes sociales, como el “dientes de marimba chiapaneca”.
Después de realizar una investigación el equipo de Búnker San Luis, encontró una imagen, en donde aparece el mencionado sujeto, posando como amigo, con el Gobernador del Estado Juan Manuel Carreras. Según versiones este cómico y agresivo personaje, salió del Penal de la Pila, hace apenas algunos meses.
Luego de una semana de constante acoso y cacería por parte del al Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), auxiliados por la Policía Estatal, Metropolitana e incluso la Federal, la tarde del miércoles estalló la bronca entre choferes de taxi y Uber, y creció al grado de que los ruleteros se agarraron a pedradas, como pandilleros, en la lateral de la carretera a Matehuala, muy cerca del distribuidor Juárez, dejando como saldo un chofer de Uber lesionado.
El agredido de nombre Rodrigo Elizalde declaró que el pleito de esta tarde inició por un operativo, liderado por el inspector Pedro Barró de la SCT en la que decomisaron un vehículo de Uber que no fue llevado a un corralón oficial, sino a una bodega. En este tipo de operativos mafiosos de Gobierno del Estado y la SCT, se presta la Policía Estatal, la Metropolitana, la Federal e incluso las compañías de grúas Ángel Santiago y Grúas Real del Potosí GRP.
Los taxistas han declarado que tienen indicaciones de los inspectores de la SCT de cazar a los Uber para obligarlos a dar moche y así, una vez pagada la “cuota”, dejarlos trabajar, extorsión de la que también son víctimas los ruleteros, pero de la que ya no se quejan.
El pleito ocurrido esta tarde en la lateral de la carretera a Matehuala fue una muestra de la ingobernabilidad que existe en San Luis Potosí, fue también una muestra del error cometido por el gobernador Juan Manuel Carreras al pretender quedar bien con los taxistas y con los Uber.
Los testigos que presenciaron el pleito, huyeron horrorizados por el grado de violencia ejercido contra los vehículos, asustados pisaban los aceleradores de sus carros para escapar de la zona y no ser víctimas de los enfurecidos choferes, en su huida se puede ver a algunos carros de Uber que quedaron en medio de la bronca, también algunos números de taxi, como el 1045, 2364, 3206, entre otros.
Los pandilleros, que hacen las veces de taxistas, armados con piedras y tubos, no solo rompieron los vidrios de los carros, abollaron la carrocería y amenazaron a los choferes de Uber que, por increíble que parezca, también son taxistas que cambiaron los viejos carros por modelos recientes.
En agosto del 2017 hubo otro brote de violencia entre taxistas y Uber, que en ese entonces dejó como saldo varios vehículos dañados, quemados, un chofer discapacitado bajado del vehículo y abandonado a mitad de la carretera, choferes golpeados, clientes golpeados y numerables amenazas de muerte. Por increíble que parezca, la Procuraduría General de Justicia en el Estado, no sancionó a nadie, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tampoco suspendió a ningún chofer ni retiró ninguna concesión, meses después, el pleito se revive.
Juan Ramiro Robledo López y Jaime Ernesto Pineda, secretarios de Comunicaciones y Transportes y Seguridad Pública, respectivamente, en vez de poner fin al conflicto, decidieron reavivarlo, se cargaron de lado de los taxistas y emprendieron una cacería de brujas contra los Uber, este día, de mayor violencia, ninguno de los dos da la cara, a ambos les encanta la socialité, salir en fotos sociales, acudir a comilonas y borracheras, pero a la hora de dar resultados a la ciudadanía, se hacen ojo de hormiga, eso sí, acuden a todo evento social al que son invitados, aunque no deban ir, porque eso sí, a la gorra ni quien le corra y si dan vino tinto, del bueno, mejor.
Los Uber anuncian marchas, manifestaciones y movimientos hasta que se respete su derecho constitucional al trabajo honrado, tal parece que el gobernador Juan Manuel Carreras está en contra de que los potosinos tengan un trabajo decente.
Durante el operativo de esta tarde, el jefe de inspectores de la SCT y su amante, lideraron la cacería de Uber, la mujer que algunos señalan como líder taxista, incluso portaba las llaves del predio donde metieron los vehículos Uber, que hay que repetir, no era el oficial utilizado por la secretaría.
En este pleito en que Gobierno del Estado decidió tomar partido, la ciudadanía queda en medio, como siempre vulnerable, a pesar de que son los clientes quienes tienen la última palabra y deciden si abordan un taxi o un Uber. El gobernador Juan Manuel Carreras hasta ese derecho quiere negar al pueblo potosino.
